COSTALEROS - HISTORIA

En la Semana Santa de 1.992, nuestra Cofradía estrenaría un nuevo Paso: el del Stmo. Cristo de la Paciencia. Este Paso procesionó en andas (prestadas por la Hermandad de San Antonio Abad), portado a hombros por adolescentes con túnica de la Cofradía y capillo blanco con el escudo de la misma en el hombro.

Nacía, de esta manera, un grupo de costaleros que, aún sufriendo modificaciones en sus componentes, siempre han estado acompañándonos en los distintos desfiles procesionalesque hemos realizado desde entonces.

Habría que esperar solamente dos años para ver a nuestros costaleros portar a la Virgen de los Dolores. Lo hicieron el Viernes de Dolores de 1.994, cuando se unieron la intención de la Cofradía de restaurar esta antigua procesión, y el deseo de los costaleros de portar a nuestra Virgen. Desde entonces (y esperamos que por muchos años), la han portado todos los Viernes de Dolores y Jueves Santo, siempre que el tiempo lo ha permitido.

Pero, ¿cómo sería eso de llevar una Imagen a costal? Tuvieron que desplazarse a Ciudad Real quienes más tarde serían capataz (Joaquin Ruiz) y subcapataz del Paso (Pedro Utrilla), para asistir a un ensayo y poder practicar luego lo aprendido con nuestros costaleros. Más tarde se uniría como contraguía Juan Carlos Serrano, quien con los años ha pasado a ser el nuevo capataz.

Para poder portar la Virgen a costal, hubo que preparar una nueva mesa para tal fin, pero dado que los costaleros ya habían mostrado su interés en portar a la Virgen también el Jueves Santo, este trono resultó ser demasiado pequeño, por lo que en 1.996 se decidió adquirir un nuevo trono en el que pudiera ser portada nuestra Virgen los dos días. Este nuevo trono sería portado por primera vez el Jueves Santo de 1.998, y es el que actualmente procesiona, con la inclusión del palio, que se hizo en el año 2.003.

Como todos, nuestros costaleros también tienen sus pequeñas anécdotas: Durante el Viernes de Dolores de 1.996, cuando la procesión se encontraba a mitad del recorrido, comenzó a caer una lluvia muy fuerte, y a la voz de "más paso, que la Virgen se moja", la Virgen regresó al Templo en un abrir y cerrar de ojos. Nadie perdió el paso ni tropezó, por lo que se pudo evitar una fatalidad muchísimo mayor. Desde entonces, cuando nuestros costaleros quieren avanzar más deprisa, siempre piden "paso de lluvia".

En esa misma procesión, cuando se llegó a la iglesia, ya no llovía, y los costaleros no querían dar por terminada la procesión, por lo que optaron por hacer varias entradas y salidas al Templo, y además quisieron que la Virgen pasara de espaldas. Es por ello que desde entonces, no sólo la Virgen entra en la iglesia de espaldas, sino que también lo hacen los costaleros.

Aunque no dispongan de muchos relevos, saben "mecer" a nuestra Virgen de los Dolores como nadie, y es por ello por lo que hemos querido hacer este pequeño homenaje a la cuadrilla de costaleros de la Virgen de los Dolores. ¡¡A ésta es!!